Abril 2025 No 3

¿Qué tipo de ejercicio es el más adecuado durante el embarazo?

Mantenerse activa durante el embarazo puede traer múltiples beneficios para la madre y su bebé. Sin embargo, no todas las actividades físicas son igual de recomendables en esta etapa. Por eso, aquí te contamos cuáles son las más seguras y eficaces, además de cómo estructurar una rutina adaptada a cada trimestre de gestación.

Ejercicios recomendados

Caminar
Es una actividad aeróbica de bajo impacto, ideal para mujeres con un estilo de vida sedentario antes del embarazo. Caminar puede realizarse al aire libre, sin equipamiento especial, y es fácil de programar dentro del día a día.

Bicicleta estática
Se recomienda por encima del ciclismo al aire libre, ya que reduce el riesgo de caídas. Además, elimina el peso corporal durante su práctica, lo que hace que el esfuerzo físico sea menor. Es ideal para embarazadas que no hacían ejercicio regularmente.

Natación
Este ejercicio es especialmente beneficioso en el tercer trimestre, ya que permite trabajar diversos grupos musculares, mejora la respiración y disminuye el esfuerzo cardíaco. La flotación del agua también protege las articulaciones. Se recomienda evitar estilos como mariposa o crol a partir de la mitad del embarazo, así como las apneas y clavados.

Ejercicios de fuerza
Adaptar el entrenamiento de fuerza es clave. Especialmente en el tercer trimestre, es fundamental enfocarse en ejercicios sin peso que refuercen la postura y prevengan dolores de espalda o lumbalgia. Estos ejercicios también ayudan a sostener el vientre y facilitan el proceso de parto.

Entrenamiento del suelo pélvico
Este tipo de ejercicio es esencial durante el embarazo. Fortalece la estructura pélvica, mejora la inmunidad, reduce el dolor de espalda y el estrés. También puede disminuir la probabilidad de cesáreas y favorece una mejor recuperación posparto.

¿Cuándo iniciar y terminar el entrenamiento?

El inicio del ejercicio dependerá de cada caso. Si la mujer ya practicaba deporte regularmente, es posible que continúe haciéndolo sin saber que está embarazada. En mujeres no activas, lo ideal es comenzar entre la semana 9 y 10, después de la primera ecografía.

El final de la actividad física también varía. Generalmente, puede mantenerse hasta la semana 38 o 39, siempre que el embarazo sea normal y sin complicaciones.

Cómo estructurar una sesión de ejercicio en el embarazo

Aunque el embarazo se divide en tres trimestres, hay pautas generales que pueden aplicarse durante toda la gestación:

  • Iniciar con ejercicios de activación.

  • Continuar con trabajo aeróbico y fortalecimiento muscular.

  • Desarrollar coordinación, equilibrio y fortalecer el suelo pélvico.

  • Finalizar con ejercicios de relajación.

Durante esta etapa, se debe tener especial cuidado con los ejercicios de flexibilidad debido al aumento de la relaxina, una hormona que vuelve más laxas las articulaciones.

El programa debe adaptarse a cada trimestre. En el primero, se aumenta progresivamente la actividad. En el segundo, se alcanza el punto óptimo para mayor volumen e intensidad. En el tercero, la intensidad se reduce gradualmente hasta detenerse por completo.

Realizar actividad física durante el embarazo no solo es seguro, sino también recomendable si se hace con acompañamiento profesional y tomando en cuenta las necesidades individuales. El cuerpo cambia, pero no se detiene. Moverse con conciencia es cuidar de ti y de tu bebé.

Estrías en el embarazo: cuidados, prevención y tratamientos

Durante el embarazo, la piel de la mujer atraviesa múltiples cambios. Uno de los más comunes —y a veces inevitables— es la aparición de estrías, especialmente en zonas como el abdomen, senos, caderas y muslos. Si bien no siempre se pueden evitar por completo, existen medidas efectivas para reducir su aparición y mejorar el estado general de la piel.

¿Cuándo comenzar a usar productos antiestrías?

La clave está en la prevención. Los productos antiestrías, como cremas o aceites específicos, deben aplicarse desde el inicio del embarazo, incluso antes de que la pancita comience a crecer.
En las primeras etapas, es suficiente con aplicarlos una vez al día mediante suaves movimientos circulares. Conforme avanza el embarazo, se recomienda aplicarlos dos veces al día, prestando especial atención a las zonas con mayor riesgo de estiramiento.

El mejor momento para aplicarlos es después del baño, cuando la piel está limpia y más receptiva a absorber los ingredientes activos de los productos.

Cuidados generales para prevenir estrías

Más allá de las cremas, existen otras medidas que ayudan a cuidar la piel desde adentro.
Una buena hidratación es esencial: se recomienda consumir al menos dos litros de agua al día para cubrir las necesidades del cuerpo durante esta etapa. La alimentación también juega un papel importante. Una dieta equilibrada, rica en vitaminas y proteínas, favorece la producción de colágeno y mejora la elasticidad de la piel.

Evitar un aumento excesivo de peso es otro factor clave. El sobrepeso en el embarazo genera una mayor tensión en la piel, lo que incrementa el riesgo de que aparezcan estrías.
Además, realizar actividad física regular como natación, caminata ligera o yoga ayuda a mantener la tonicidad muscular y mejorar la circulación sanguínea.

Productos no recomendados durante el embarazo

Es importante prestar atención a la composición de los productos que se aplican durante esta etapa. Algunos ingredientes pueden representar un riesgo para el bebé.
Se deben evitar cremas que contengan retinol (vitamina A y sus derivados), ya que en altas dosis pueden ser teratogénicos, es decir, provocar malformaciones fetales.
También es aconsejable evitar productos con cafeína, ya que este activo puede atravesar la placenta.

Siempre es recomendable consultar al médico o dermatólogo antes de usar cualquier cosmético durante el embarazo.

¿Se pueden eliminar las estrías?

Eliminar completamente las estrías ya formadas es difícil, especialmente cuando ya se han vuelto blancas o nacaradas. Sin embargo, existen tratamientos que pueden mejorar su apariencia.
Cuando las estrías aún están en fase inicial (rojizas o moradas), se puede recurrir a productos regeneradores con ingredientes como rosa mosqueta o centella asiática.

Para las estrías más antiguas, la medicina estética ofrece opciones como el peeling químico, láser, radiofrecuencia, carboxiterapia o microdermoabrasión. Estos procedimientos deben ser indicados por profesionales de la salud estética, especialmente después del parto.

Vacunas infantiles: Protección para toda la vida

Gracias a la vacunación, hoy podemos prevenir muchas enfermedades que antes eran frecuentes y potencialmente graves. Las vacunas fortalecen el sistema inmunológico de nuestros hijos desde los primeros meses de vida y son una herramienta clave de salud pública. En este artículo conocerás cómo funcionan y cuáles son las principales vacunas incluidas en la Cartilla Nacional de Salud en México.

¿Qué es una vacuna y cómo actúa?

Una vacuna es una sustancia, o conjunto de sustancias, diseñada para estimular el sistema inmunológico y ayudar al cuerpo a generar defensas (anticuerpos) contra microorganismos como virus o bacterias.

Su objetivo principal es que el organismo reconozca al “enemigo” sin enfermarse, de modo que, si en el futuro entra en contacto con él, pueda responder de forma rápida y eficaz.

Este tipo de inmunidad, llamada activa, puede durar mucho tiempo y, en algunos casos, requiere refuerzos para mantener su efectividad.

Las vacunas pueden estar hechas con:

  • Microorganismos atenuados (debilitados)

  • Microorganismos inactivos

  • Fragmentos no infecciosos del germen

  • Toxinas del germen convertidas en inocuas (toxoides)

Todas estas formas actúan como antígenos, es decir, elementos que activan la respuesta inmunológica.

Principales vacunas en la Cartilla Nacional de Salud

A lo largo de los años, la vacunación se ha ido ampliando e incluyendo nuevas enfermedades prevenibles. A continuación, te compartimos las principales vacunas incluidas en el esquema nacional:

Influenza (Neumonía por virus de la influenza A y B)
Esta vacuna está recomendada para toda la población.
En bebés, se aplican dos dosis: la primera a los 6 meses de edad y la segunda cuatro semanas después.
Posteriormente, se administra una dosis anual.
Los niños de 5 a 9 años con factores de riesgo deben recibir también dos dosis.
Esta vacuna es segura en cualquier trimestre del embarazo. 

COVID-19
El esquema varía según edad y condición:

  • Niñas, niños desde los 5 años y adolescentes: se aplican tres dosis.

  • Adultos, mujeres y hombres mayores: se aplica un refuerzo cada año.

  • Mujeres embarazadas: se recomienda su aplicación a partir del segundo trimestre de gestación.
    Algunas vacunas también están disponibles en farmacias.

SRP (Sarampión, Rubéola y Parotiditis)
Conocida como triple viral, se administra en dos dosis:

  • Primera: a los 12 meses de edad

  • Segunda: a los 18 meses (para nacidos después de julio del 2020) o a los 6 años (para nacidos antes)

SR (Sarampión y Rubéola)
También llamada doble viral. Se aplica a adolescentes y adultos de 11 a 39 años.

  • Si nunca se ha recibido esta vacuna: se aplican dos dosis, con 4 semanas de diferencia.

  • Si ya se recibió: solo se aplica una dosis de refuerzo.
    El personal de salud revisa la Cartilla Nacional para verificar qué esquema corresponde.

VPH (Virus del Papiloma Humano)
Se aplica en una sola dosis a niñas de 10 a 14 años para prevenir el cáncer cervicouterino.
También puede aplicarse en consultorios ginecológicos o farmacias.

Video: Estreñimiento en bebés y niños: causas, síntomas y tratamientos

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Tu bebé no duerme igual y es normal: 5 tips que sí ayudan

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  • Mantén la rutina diaria, aunque haya despertares nocturnos.

  • Consuélalo con calma: las caricias y las palabras suaves ayudan mucho.

  • Sé flexible con las siestas y la hora de dormir, según lo que tu bebé necesite.

  • No cambies todo de golpe: la constancia genera seguridad.

  • Pide ayuda: hablar con otros padres o con expertos puede darte alivio y claridad.

¿Cómo empezar el control de esfínteres?
Claves para dejar el pañal sin presión

Iniciar el control de esfínteres es un proceso natural que no debe forzarse. La mayoría de los niños están listos entre los 18 meses y los 3 años, pero cada uno tiene su propio ritmo. Las señales más comunes de preparación incluyen mostrar incomodidad con el pañal sucio, mantenerse seco por más tiempo y comenzar a avisar cuando quiere hacer del baño. Observar estas señales es crucial para saber cuándo empezar sin presionar.

El acompañamiento respetuoso es fundamental. Puedes comenzar integrando el uso del orinal o adaptador para el inodoro como parte de la rutina diaria, sin obligar ni castigar. Leer cuentos sobre el tema, permitirle elegir su bañito o celebrar sus logros refuerza su autonomía. Recuerda: accidentes habrá, pero con paciencia, comprensión y constancia, tu peque logrará dejar el pañal a su propio ritmo y con seguridad emocional.

Cómo cuidar la higiene en casa y al salir con tu familia

La higiene es clave para prevenir infecciones y mantener un ambiente saludable, especialmente para los más pequeños. Desde la cocina hasta los juguetes o el parque, hay muchos lugares donde pueden acumularse bacterias si no se limpian correctamente.

Aquí te compartimos una guía práctica para cuidar la higiene dentro y fuera del hogar, de forma efectiva y segura.

1. Cocina libre de bacterias

La cocina es un espacio clave en la preparación de los alimentos, por lo que mantenerla limpia es vital. Hay puntos críticos que requieren atención especial: las tablas de cortar, el fregadero, el refrigerador y las esponjas de cocina, ya que en ellos se pueden alojar millones de bacterias. Si tu hijo come en una periquera, no olvides limpiar y desinfectar su bandeja tras cada uso, especialmente si se colocan alimentos directamente sobre ella.

2. Cuidado con el suelo

El suelo es uno de los principales focos de bacterias como la Salmonella y la E. coli, sobre todo si hay niños que gatean o juegan en el piso. Se recomienda limpiar primero los residuos visibles y luego trapear con productos desinfectantes seguros. Un dato curioso: las bacterias solo necesitan 10 segundos para contaminar un alimento que ha tocado el piso.

3. Limpieza del baño

El baño es uno de los lugares más usados en casa y un punto frecuente de acumulación de gérmenes. Es fundamental desinfectar con frecuencia las zonas más vulnerables, como grifos, azulejos, la regadera y el inodoro. También se deben desinfectar los cepillos de dientes y el vaso donde se colocan, al menos una vez a la semana.

4. Comer fuera de casa

Al salir a restaurantes, es importante llevar un cambiador portátil o una toalla si usarás el cambiador público. También se recomienda llevar toallitas desinfectantes para limpiar superficies, así como aplicar gel antibacterial en manos antes y después de usar el baño o comer.

5. Los juguetes también se lavan

Los juguetes son parte esencial de la vida diaria de los niños, y por lo tanto, se deben mantener limpios. Los de plástico o madera pueden lavarse con un trapo humedecido en desinfectante, mientras que los peluches deben lavarse en lavadora con productos aptos para tejidos. La limpieza debe ser semanal, pero si el niño está enfermo o comparte juguetes, se recomienda hacerlo a diario.

6. Higiene en el parque

Jugar con tierra o arena puede ser divertido, pero también implica contacto con bacterias. Es fundamental que los niños se laven las manos después de jugar y antes de comer. Si comparten juguetes en el parque, estos deben lavarse o desinfectarse al llegar a casa para evitar contagios.

7. Productos de limpieza seguros

Si tienes un bebé en casa, elige productos de limpieza que no contengan cloro ni dejen residuos tóxicos. Actualmente, existen opciones que desinfectan eficazmente sin dañar las superficies ni representar riesgo para los niños.

Mantener una buena higiene en el hogar y en los espacios que rodean a nuestros hijos no solo ayuda a prevenir enfermedades, sino que también transmite hábitos de cuidado y responsabilidad desde edades tempranas. Con estas acciones sencillas pero constantes, protegemos su salud y bienestar todos los días.

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¿Es normal que diga tan pocas palabras?

Entre los 13 y 30 meses de edad, el desarrollo del lenguaje en los niños puede variar ampliamente, pero existen ciertos rangos esperados. A los 13 meses, muchos niños comienzan a decir sus primeras palabras significativas, como “mamá” o “papá”, y hacia los 18 meses pueden tener un vocabulario de entre 10 a 50 palabras. A partir de los 24 meses, es común que digan alrededor de 200 a 300 palabras y comiencen a formar frases simples de dos o más palabras, como “quiero agua” o “no más”. Para los 30 meses, algunos niños pueden llegar a manejar un vocabulario de hasta 500 palabras o más, dependiendo de factores como el ambiente lingüístico, la estimulación y las diferencias individuales.

Es importante recordar que cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo. Algunos comienzan a hablar antes y otros después, sin que esto necesariamente indique un problema. Sin embargo, si un niño de 24 meses dice menos de 50 palabras o no combina palabras en frases, podría ser útil consultar a un especialista en desarrollo infantil o un logopeda. La interacción constante, como leer cuentos, cantar canciones y hablar con el niño durante las actividades cotidianas, es clave para estimular el lenguaje en esta etapa crítica del desarrollo.

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